Testimonio Esta mañana, tomé un mototaxi desde Yaurilla hasta el Jardín de 28 de Julio en Parcona. Durante el trayecto, desafortunadamente, mi celular se deslizó y cayó de la moto. Sin darme cuenta, continué mi camino. Sin embargo, gracias a la increíble honestidad y honradez del conductor del mototaxi, pude recuperar mi teléfono móvil.
En un mundo donde a menudo escuchamos historias de pérdidas y deshonestidad, este acto de amabilidad me recordó que aún existen personas genuinamente buenas. La emoción y el alivio de recuperar mi celular fueron tan grandes que olvidé por completo preguntarle su nombre.
Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a este hombre. Su acción desinteresada merece ser reconocida y valorada por su empresa. Espero que este gesto sea apreciado y que reciba el reconocimiento que se merece. Que Dios lo bendiga abundantemente en su trabajo y en su vida.
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